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Real Zaragoza, 3 - Rayo Vallecano, 2

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En un partido difícil de gestionar, el cuadro aragonés sacó los tres puntos que saben a gloria

Se puede decir que en el partido ante el cuadro madrileño ha sido muy complicado, y que la suerte y eficacia que en otros partidos nos dio la espalda, esta vez salió la cara para el Real Zaragoza. Con tres grandes jugadas, la primera de estrategia, y las dos siguientes, fabricadas por Borja Iglesias el equipo blanquillo se llevó los tres puntos. Sin embargo, el partido tuvo mucho que contar. Desde el 2-0 de la primera mitad, hasta el empate a dos del Rayo, gracias a los tantos de De Tomás, sólo en el segundo palo de cabeza, y de Trejo.

Además el once de Michel, reclamó dos jugadas conflictivas en el área de Cristian Álvarez, por  posibles penaltis. La primera por derribo tras zancadilla de Gripo, y el segundo penalti reclamado por empujón al delantero del Rayo Manucho. Las dos ocasiones pudieron ser pitadas como pena máxima, pero el colegiado no lo estimó oportuno a ver jugadas no punibles.

El dominio durante todo el encuentro lo mantuvo el equipo de la franja roja, salvo empujones de coraje de minutos de los Borja, el recién salido Jorge Pombo, y el incombustible Alberto Zapater. El tanto del triunfo fue obra del zaragozano Jorge Pombo, tras jugada personal del gallego Borja Iglesias. Los últimos minutos el equipo visitante ya no llegó con claridad al área, pero no cabe duda que el cabreo de su mister no sólo era por el resultado sino por la labor arbitral.