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CD. FUENTES, 2 - CF. EPILA, 1

Imagen destacada
El Fuentes tuvo el premio de una victoria importante ante un rival directo, que le permite permanecer en el grupo perseguidor de los de cabeza.

Fuentes 2 Épila 1

Fernando Rosel Lana

TITULAR SINÓPTICO

EL ÉPILA, CUANDO LO TENÍA TODO A SU FAVOR, ENTRA EN “ISQUEMIA CEREBRO-MENTAL” Y EN EL SÍNDROME DE “POLLO SIN CABEZA” EN LOS VEINTE ULTIMOS MINUTOS DEL ENCUENTRO, Y “ENTREGA EL PARTIDO” A UN FUENTES, QUE NO DUDÓ EN APROVECHAR LA INEXPLICABLE INTOXICACIÓN MENTAL Y PARÁLISIS FUTOLÍSTICA DE SUS RIVALES, PARA LLEVARSE MERECIDAMENTE LA VICTORIA.

DATOS DE INTERÉS PREVIOS AL PARTIDO

El Fuentes, afrontaba este encuentro como equipo metido en el pelotón perseguidor del grupo de cabeza en la clasificación, y siendo consciente que recibía al Épila como segundo clasificado, y por lo tanto un rival muy complicado de batir, sabiendo además que una victoria le metería de lleno en la lucha por los primeros lugares de la tabla, mientras que una derrota podría dejarlo descolgado, respecto de los equipos que le acompañan en el grupo perseguidor del trío de cabeza.

El Épila, por su parte, como cada semana se jugaba el mantenerse o no en las posiciones, que dan derecho al ascenso de categoría, en una disputa “codo a codo” con un grupo de equipos, que están prácticamente “pisándole los talones”.

En este sentido, pues, los anfitriones intentando acercarse todavía más a las plazas de privilegio, o al menos de no descolgarse del grupo perseguidor respecto de quienes las ocupan, y el equipo visitante afrontando este encuentro, con el reto de no ser desalojado de su puesto como segundo clasificado, reunían “a priori” todos los ingredientes propios, para que en el estadio de San Miguel tuviera lugar un gran encuentro.

CIRCUNSTANCIAS AMBIENTALES

El partido, se jugó en césped artificial en un buen estado, con una temperatura fría y bastante viento, registrándose una entrada con un número no demasiado alto de espectadores en la grada, que siguieron el encuentro de manera apasionada, pero correcta en todo momento, y sin que se produjeran, afortunadamente, incidentes negativos de relevancia, tanto dentro como fuera del terreno de juego.

LABOR ARBITRAL

La siempre difícil labor arbitral, fue llevada a cabo por el colegiado Sr. Zarzuela Salvador, auxiliado en las bandas por los Srs. Piernagorda Vicente y Casaucau Posadas, que ejercieron su labor de manera correcta, y gestionaron de manera excelente los minutos de añadido.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA PRIMERA PARTE

En la primera mitad del encuentro, el excesivo respeto entre los dos contendientes, derivó en un centrocampismo estéril, con predominio del juego de contención, abuso de la  horizontalidad en detrimento de la verticalidad, y con predominio de juego interior de atasco, sobre lo que fue siempre un pobre y gris juego por las bandas, que trajo como consecuencia que las líneas de ataque apenas manifestaran su operatividad de manera efectiva en el campo, estando durante muchos minutos ambos porteros casi inéditos, y en especial Borja León el portero del Fuentes, siendo las dos ocasiones más claras en ataque las de los locales, la primera en el minuto-31, que salvó con ciertos apuros la defensa epilense, y la segunda en el minuto-36, que fue bien resuelta por el portero epilense Fabre que, a pesar tener una buena actuación en esta primera mitad del encuentro, en lo que respecta a la segunda parte del partido, no tuvo precisamente su mejor tarde.

El Épila se marchó a los vestuarios habiendo cumplido en su tarea de contención del equipo anfitrión, pero con la sensación de esterilidad ofensiva, retirándose del césped, sin apenas haber calentado siquiera las manos enguantadas del portero del Fuentes, Borja León.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA SEGUNDA PARTE

En la segunda mitad, el Épila salió con más intensidad en ataque, yéndose claramente a mover el marcador a su favor, y en el minuto-3 en un ataque por banda derecha, el Galgo Dani logra enviar el balón hacia los tres palos de la portería de Borja León, pero la cruceta derecha le impide la entrada, y el Épila se queda con la ocasión frustrada de ponerse por delante en el marcador.

Los epilenses, en estos minutos iniciales, siguieron jugando con mayor “hambre de gol” que los locales, y en el minuto-4 justo un minuto después del primer “susto” para los locales, el jugador del Épila Pablo García, entrando ahora por banda izquierda, logra un lanzamiento dentro del área, aunque con poco ángulo de tiro, que permite al portero del Fuentes tapar bien el primer palo y, en una buena intervención, enviar el balón a córner, que se bota desde la esquina derecha de la portería de Borja León, sin consecuencias para el marcador.

Durante estos primeros minutos, el Épila se adueñó del balón y del juego en el campo, y en otra de sus consecutivas llegadas al área del Fuentes, la defensa local comete en el minuto-62 de partido la pena máxima, que bien lanzada por Pablo García hace el cero a uno para el Épila.

A raíz de este gol, los visitantes quisieron cerrar el encuentro con un nuevo gol y siguieron creando peligro en la portería del Fuentes, pero pasados unos pocos minutos, la “maquinaría” del Épila empezó inexplicable y alarmantemente  a chirriar y a fallar en sus piezas clave que poco a poco le hicieron entrar en una crisis de clara desconcentración mental, como si de repente un virus implantado vaya usted  a saber cuándo, se hubiera activado en sus cabezas, y a pesar de los desgañitados gritos de su técnico desde la banda al ver como sus jugadores estaban entrando en una auténtica y peligrosa “modorra mental”, el equipo se fue diluyendo de forma tan rápida como asombrosa, hasta que prácticamente “se desplomó” más mental que físicamente, por lo que no fueron sus piernas precisamente las que dejaron de funcionar, sino “sus cabezas”, hasta el punto de salirse del partido.

Aprovechando este anómalo desplome mental de los jugadores epilenses, el Fuentes botó un córner en el minuto-70 de partido, y con una defensa con portero incluido, tiesos todos como si de una imagen televisiva congelada se tratara, sin establecer adecuadamente el debido reparto de marcas, el jugador del Fuentes Sergio Casalo, libre “como perro sin correa en horario de paseo”, aprovecha la situación y marca el gol del empate para los locales.

Como consecuencia del gol, el Épila se descompuso mientras que el Fuentes se vino arriba y empezó a creer cada vez más en sí mismo, y once minutos más tarde, en el minuto-81 de partido, en pleno atasco, “isquemia mental” y parálisis futbolística epilense, el jugador del Fuentes Néstor Alonso, consigue un bonito gol, que supuso el segundo y definitivo tanto de la victoria para su equipo.

El Épila, arengado constantemente por su técnico, intentó enchufarse mentalmente de nuevo en el partido, para intentar al menos conseguir el empate, pero el “virus mental” de los epilenses se había ya hecho demasiado fuerte en sus cabezas, y aunque éstos llevaron a cabo, en los últimos estertores del encuentro, algunos acercamientos al área local con cierto peligro, que hicieron pedir la hora a parte de la grada fuentera, todo fue en vano y los tres puntos se quedaron en y para el Fuentes.

DESTACADOS EN EL ENCUENTRO

Dado lo esperpéntico de este encuentro respecto del Épila, no podemos hacer mención especial a ningún jugador epilense, encontrando a un equipo meramente cumplidor en buena parte del encuentro, y que desde el minuto-70 de partido, justo después de ponerse por delante en el marcador y tener el partido a su favor, y por causas que convendría averiguar, estuvo muy descentrado, frenado, espeso y con el síndrome del “pollo sin cabeza corriendo por el corral”. Respecto del Fuentes, destacamos a su jugador Alonso Loras por la buena ejecución del segundo gol para su equipo, que le daría la merecida victoria.

EPÍLOGO

Bajo nuestra opinión, que admitimos obviamente que pueda estar equivocada, pensamos que antes de comenzar el encuentro cualquier resultado era equipotencialmente posible, pero examinado el partido a posteriori, pensamos que el Épila tuvo el partido totalmente controlado y a su favor durante los primeros setenta minutos del mismo, y que por cuestiones de falta de concentración y mentalización adecuadas, no supo ir por delante en el marcador ni gestionar adecuadamente su ventaja, ante un Fuentes que por el contrario, supo sobreponerse de la adversidad del marcador en contra y sacar provecho de toda la desidia mental del Épila a la hora de defender su ventaja, sumando tres valiosísimos puntos tras obtener una merecida victoria.

Y dado que creo que estaremos todos de acuerdo, en que los partidos empiezan a ganarse o perderse antes de jugarse, es ahí, en ese espacio-tiempo, donde pensamos que el técnico epilense tendría que buscar los porqués de este anómalo y extravagante partido, jugado por el Épila en el San Miguel de Fuentes, que además de para los propios jugadores y para su técnico, resulta también para la Afición doloroso, preocupante y difícil de digerir, especialmente cuando todos seguimos ilusionados en conseguir el objetivo del ascenso a final de temporada.

El Épila con esta derrota vuelve a perder su segunda plaza de nuevo con respecto al Calamocha, se aleja un punto más del líder, y ve como Calatayud, Mequinenza, Fuentes y Andorra le recortan puntos y se le “echan prácticamente encima”. La situación apunta a que determinadas “piezas de la maquinaria no terminan de engranar bien”, así como a serias deficiencias en su mentalización como equipo aspirante al ascenso que habrá que subsanar, para que la excelente labor realizada hasta la fecha por jugadores y técnico continúe, y no acabe yéndose al traste.

Por su parte, el Fuentes que tuvo el mérito de no venirse abajo con el gol en contra en un momento crucial del partido, tuvo el merecido de una victoria importante ante un rival directo, que le permite permanecer en el grupo perseguidor de los tres equipos de cabeza.