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EPILA, 1 - MEQUINENZA, 1

Imagen destacada
A pesar del empate el Epila consigue despedirse del año en la tercera posición de la tabla, a cinco puntos del líder y con todas sus opciones intactas

Épila 1 Mequinenza 1

Fernando Rosel Lana

UN ARBITRAJE PERMISIVO, UN JUEGO EXCESIVAMENTE “AGRESIVO” Y DE INTENSA Y CONTINUADA PRESIÓN DEL RIVAL, ACABÓ DEJANDO AL EPILA PRÁCTICAMENTE SIN RECURSOS OFENSIVOS Y A LA DEFENSIVA, EN LA SEGUNDA MITAD DEL ENCUENTRO, SIN PODER EVITAR LA AMARGA FRUSTRACIÓN DE QUE LE EMPATARAN EL ENCUENTRO EN EL ÚLTIMO SUSPIRO

DATOS DE INTERÉS PREVIOS AL PARTIDO

La esperpéntica manera en la que el Épila cayó derrotado en Fuentes, haciéndoles perder de nuevo el segundo puesto de la clasificación, que le daba derecho al ascenso, hacía suponer que los locales afrontarían este encuentro con la “herida del rejón en el lomo” y el “efecto-Fuentes” en la mente, ante un Mequinenza muy bien plantado en la tabla, aspirando a todo y, tras los últimos resultados obtenidos en sus tres últimos encuentros, posiblemente más limpio, ordenado y consistente mentalmente que su rival, siendo en estos momentos uno de los “cuatro galgos que andan detrás de los epilenses, mordiéndoles casi  en los talones”, resultando evidente en cualquier caso, que este partido resultaba ser clave para ambos conjuntos, jugándose ambos equipos mucho más que tres puntos.

Era de esperar, pues, que el Épila diera todo para obtener en su fortín de “La Huerta” la victoria balsámica que le sanara la “herida de Fuentes”, y le devolviera a él mismo y a su Afición, la confianza y la ilusión respecto de sus objetivos de ascenso. Pues de lo contrario, sus credenciales quedarían muy recortadas, en pro de un Mequinenza que, en caso de obtener la victoria,  saldría muy fortalecido de “La Huerta”, y dejaría a los epilenses muy tocados y a “los pies de los caballos”, en relación a sus posibilidades de volver, de nuevo, a la tercera división.

Por todo ello, es evidente, que el encuentro partía de unas claras expectativas de ser un partido de alto voltaje y de gran interés futbolístico. Cosa que como se analiza más adelante, se confirmó de manera total y absoluta

CIRCUNSTANCIAS AMBIENTALES

El partido, se jugó en césped natural en un estado aceptable, con una temperatura soportable y algo de viento, registrándose una entrada habitual en La Huerta con un buen número de espectadores en la grada, que siguieron el encuentro de manera un tanto perpleja, al contemplar la excesiva vehemencia de los jugadores visitantes en las disputas de balón, llegando al límite de lo aceptable cometiéndose continuas y numerosas faltas, que dieron como resultado que el balón estuviera casi el mismo tiempo rodando que parado en el césped. El partido afortunadamente no registró incidentes negativos de relevancia, por lo que respecta al público, como viene siendo habitual en La Huerta epilense.

LABOR ARBITRAL

La siempre difícil labor arbitral, fue llevada a cabo por el colegiado Sr. Mejjoud Boukhal, auxiliado en las bandas por los Srs. Almárcegui Bozal y Sacko Sekou, que a decir verdad no tuvo su tarde, en un encuentro, que se le puso muy difícil desde el primer momento, ya que dada la importancia que los puntos en disputa tenían para ambos contendientes, el partido fue muy bronco desde sus mismos inicios, En este sentido, pensamos que la labor arbitral pecó de excesiva permisividad, al no cortar desde sus inicios el juego excesivamente duro, dando lugar conforme iba avanzando el encuentro, a una progresiva escalada de antifútbol, que se podía haber evitado con el ejercicio y puesta en escena de una mayor autoridad arbitral en el terreno de juego, debidamente administrada a ambos contendientes y todo ello a pesar de que el encuentro acabó con seis tarjetas amarillas para cada equipo, y una expulsión también por cada equipo.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA PRIMERA PARTE

La primera parte del partido puso en evidencia enseguida un enorme respeto entre ambos equipos y una puesta en escena del Mequinenza de un guion muy aprendido y entrenado de cómo saber jugarle al Épila, utilizando la estrategia de no dejarle jugar, presionando y asfixiando todas y cada una de sus salidas de balón, con una intensidad, dureza y vehemencia, que daban lugar a continuas interrupciones en el juego, desgastando hasta la extenuación, la desesperación y el desquiciamiento a los jugadores epilenses, sin poder ni saber en ningún momento, encontrar la solución y salida, a semejante planteamiento táctico en el terreno de juego.

El encuentro, en esta primera mitad, en su mayor parte del tiempo podemos decir que careció de buen fútbol, pero que por contra puso en escena toda una auténtica exhibición táctica por parte del Mequinenza en el terreno de juego, planteada por su entrenador, que trajo muy bien a La Huerta la lección aprendida, y que fue ejecutada a la perfección por sus jugadores.

No obstante, hay que decir, que a pesar de no tener un dueño claro en este primer acto, fue el Mequinenza quien fue el claro dominador táctico, el que tuvo más el balón, y quien gozaría de varias oportunidades para adelantarse en el marcador. Concretamente hasta cuatro veces. La primera en el minuto-11, la segunda en el minuto-17, la tercera en el 21 la más clara colocándose el atacante del equipo visitante solo delante del portero local, salvándose las tres ocasiones de gol, con tres excelentes intervenciones del portero epilense Aleta, y la cuarta en el minuto-30 cuando la defensa epilense salva in extremis otra situación clara de gol para el Mequinenza.

Sin embargo sería en el minuto-33, cuando el Épila tendría su momento de mayor inspiración, al botar Diloy un córner por la izquierda de la portería de Incani, poniendo el balón como un guante en la posición del delantero Adrián quien al más puro estilo de los delantero centros natos, ejecuta un cabezazo magistral, que envía a la red del Mequinenza sin que Incani, no pudiera hacer otra cosa que la clásica estatua, estableciendo el uno a cero para los epilenses, y llevando la alegría a él mismo, a sus compañeros y a toda la grada de aficionados locales.

La primera parte no dio para más, y se cerraría este primer acto con la victoria momentánea de los locales.

PLANTEAMIENTOS, JUGADAS CLAVE Y GOLES DE LA SEGUNDA PARTE

En la segunda mitad, el Mequinenza salió, si cabe, todavía con mayor intensidad que en la primera parte, siendo consciente de que iba con el marcador en contra, mientras que el Épila dio pasos hacia atrás “hasta meterse en su gruta”, no sabemos si por estrategia táctica de optar por defender el resultado esperando atrás y jugar a la contra, o por pura necesidad e impotencia provocada por el enorme, continuo y vehemente empuje, intensidad y presión del equipo rival.

Lo cierto es que el juego en el centro del campo estaba taponado hasta la asfixia por el plan táctico del Mequinenza, presionando cualquier intento de entrada por las bandas hasta con tres y cuatro jugadores, haciendo las faltas necesarias, y llevando verticalidad y velocidad en su juego hacia la portería local.

El dominio visitante se fue volviendo cada vez más agobiante, y el Épila iba aguantando como “gato panza arriba” con un intenso y duro trabajo defensivo, y una excelente actuación de Aleta en la portería, jugando con el tiempo a su favor.

Pero la continua e intensa refriega en el campo, dio lugar a que las tarjetas arbitrales, empezaran a brotar “como setas en el bosque tras varios días de lluvia”, y el reparto de tarjetas provocó algo que fue decisivo para que el Épila no pudiera resistir y cerrar el partido con victoria. Y fue, a nuestro entender, la expulsión por doble amarilla d uno de sus centrales, en el minuto-84.

A partir de aquí, el Épila no puso ni supo recomponerse en defensa, y ya en el tiempo añadido, en el último suspiro de “la batalla”, el jugador del Mequinenza Aldabo puso las tablas en el marcador, mandando el balón a las redes epilenses, tras un servicio al segundo palo de la portería de Aleta.

DESTACADOS EN EL ENCUENTRO

Destacaron por el Épila su portero Aleta, que evitó con sus intervenciones la derrota de su equipo, Diloy por su excelente trabajo una vez más en el centro del campo, y Adrián por su excelente gol de cabeza. Respecto del Mequinenza su goleador en la tarde de ayer Aldabo, Pla, y  Amín Laghrissi.

EPÍLOGO

El Épila, con este empate, dados los otros resultados de la jornada, consigue despedirse del año, manteniéndose en la tercera posición de la tabla, a cinco puntos del líder, mientras que el Mequinenza continua quinto en la clasificación, en espera de lo que suceda en el partido Andorra-Calamocha, suspendido por la Federación por razones luctuosas.